A partir del 4 de julio, Japón planea endurecer las restricciones a la exportación de materiales de alta tecnología a Corea del Sur. Esta es una respuesta a la decisión de Corea del Sur sobre trabajo forzoso en tiempos de guerra.
La controversia entre Japón y Corea del Sur comenzó en octubre pasado cuando la Corte Suprema de Corea del Sur dictaminó que la japonesa Nippon Steel debería compensar a los surcoreanos por el trabajo forzoso durante la Segunda Guerra Mundial.
Japón califica la solución como "impensable", argumentando que el problema del trabajo forzoso se resolvió por completo en 1965 cuando los dos países restablecieron las relaciones diplomáticas.
La lista de materiales de exportación restringida incluye poliimida fluorada, que se usa en pantallas de teléfonos inteligentes, así como fotorresistente y fluoruro de hidrógeno de alta pureza, que se usa para grabar en la fabricación de semiconductores. La restricción significa que los exportadores japoneses deberán solicitar un permiso de exportación cada vez que quieran enviar materiales listados a Corea del Sur. Se necesitan unos 90 días para obtener un permiso.
Japón produce aproximadamente el 90% de la poliimida fluorada y el fotorresistente del mundo, así como aproximadamente el 70% de fluoruro de hidrógeno, lo que dificulta encontrar fuentes alternativas de suministro.